Por @SilviaP3
Cuando
uno escucha tantas veces que Del revés
(Inside Out) es una obra maestra, llega al cine con unas expectativas tan altas que, desde
el principio, es consciente de que difícilmente serán alcanzadas. Y en efecto,
no ha sido así.
FUENTE: Disney.es |
Del revés es una buena y recomendable
película que por medio de una historia divulgativa enseña a un público joven
los parámetros de la psicología básica, sin complicaciones, de forma sencilla, clara y
en absoluto compleja.
De
tal manera, los puntos fuertes de la producción de Pixar, seguramente, se convierten en sus puntos débiles si analizamos en
profundidad lo que nos cuenta, incidiendo sobre esas opiniones que hemos
leído hasta la saciedad emitidas por la crítica.
Cierto
es que resulta novedosa la presentación de los personajes abstractos tal cual
nunca hemos visto. ¿Nunca?
He de reconocer que, desde el primer momento en que
aparecen en esa sala de control que se encuentra en la cabeza de la niña
protagonista, lo que me vino a la memoria fue aquella
serie francesa de dibujos animados con la que muchos crecimos, Érase una vez el cuerpo humano, que
cuenta incluso con un capítulo titulado «La vida y elsueño», y que partía de la misma premisa para mostrar con afán divulgativo el funcionamiento del cuerpo humano a los más pequeños. Así pues, como suele pasar en la ficción, donde todo ya ha sido
inventado, la originalidad existe, pero siempre de forma relativa.
Fuente: Disney.es |
Por
otro lado, la sencillez con la que se abordan las emociones, así como el
desarrollo de los recuerdos, resulta adecuada para el público al que está
dirigida. Seguramente, esa sea
la razón por la que se abusa de estereotipos y de posturas maniqueas a la hora
de emitir un mensaje que resulta, ante todo, tradicional y convencional.
Es
una lástima que en su argumento no se hubiera producido una vuelta de tuerca
más, para añadir a un mensaje tan simple, —y tan previsible, a su vez, no nos
olvidemos que hablamos de Disney—, la dificultad, el esfuerzo y el ánimo imprescindible
para afrontar y superar las situaciones tristes, desarrollando la capacidad de
adaptación necesaria en la evolución personal de cada uno de nosotros; hechos que no se muestran ni se adivinan.
Esa
visión superficial, eliminando toda la complejidad de la psicología humana,
basándose en un mensaje de unicidad y primando a la familia de forma exclusiva
por encima de todo, puede resultar suficiente para que los más pequeños tengan
un primer contacto con la psique y conozcan cómo funcionan los mecanismos de
nuestras mentes; sin embargo, resulta completamente desconcertante, cuando no
preocupante, que muchos adultos, que deberían tener esas lecciones más que
asumidas y aprendidas en profundidad, enloquezcan con esta película como si les
hubiera descubierto algo así por primera vez, y se sintieran satisfechos con
pasar por encima de ese tema sólo por la superficie. O, quién sabe, a lo mejor son afortunados
que todavía no han descubierto que hay determinados sucesos en la vida en los
que la Alegría no se pierde, sino que se muere, y lo verdaderamente increíble es
cómo el ser humano es capaz de alumbrar o descubrir en algún rincón una
completamente nueva.
En
resumen, y yendo por delante mi desconcierto ante el aparente fenómeno fan que
se ha producido con esta cinta por parte de los padres de las criaturas, vale
la pena ver Del revés, aunque les
advierto que no llorarán tanto como les dicen y que pueden ahorrarse el corto
abominable que emiten antes de su inicio. Por mi parte, sólo añadiré que, hoy
por hoy, para la que esto escribe, la obra de arte de Pixar sigue siendo WALL-E.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.